martes, 11 de marzo de 2008

The Cure - Barcelona - 10-03-08


CONCIERTAZO!!! The Cure volvieron a demostrar que siguen siendo una GRAN BANDA, pocos grupos pueden llegar al nivel de lo que vi el pasado lunes en el Palau Sant Jordi.

Un setlist impresionante (38 canciones!!!), más de tres horas de concierto (con tres bises! que se apunten esto muchos grupos que vienen aquí a cumplir el expendiente con 80 minutos), llenazo total, sonido perfecto, presencia en escena alucinante...

No hay ningun pero que añadir, solo que no me tocaran Fascination Street.
Momento mágico para mi, One Hundred Years, quede ALUCINADO con la puesta en escena durante este tema y la fuerza con que la tocaron.

Setlist:

Plainsong, Prayers For Rain, alt.end, The Blood, The End of the World, Lovesong, To Wish Impossible Things, Catch, From the Edge of the Deep Green Sea, Kyoto Song, Please Project, The Walk, Push, Friday I'm In Love, Inbetween Days, Just Like Heaven, Primary, A Boy I Never Knew, Pictures of You, Lullaby, Never Enough, Wrong Number, One Hundred Years, Disintegration

1st encore: At Night, M, Play For Today, A Forest
2nd encore: Lovecats, Let's Go To Bed, Freak Show, Close To Me, Why Can't I Be You
3rd encore: Boys Don't Cry, Jumping Someone Else's Train, Grinding Halt, 10:15 Saturday Night, Killing an Arab


Cronica del concierto del Periodico de Catalunya

Os dejo esta entrevista a Robert Smith que he encontrado por la red:

Lleva cuatro años sin sacar disco, pero el magnífico cancionero de The Cure basta para despertar el interés. La banda de Robert Smith, siempre mutante e inmutable, es el espejo en el que se miran centenares de grupos de pop indie: Mogwai, The Cooper Temple Clause, The Rapture, Interpol, Cursive, Thursday, Bright Eyes, Elbow, Placebo, Elephant... Hace mucho que dejó de ser un grupo exclusivo del ámbito gótico para convertirse en un referente para todo aquel que quiera hacer música con imaginación, textura y, por qué no, tino comercial. Su actuación de hoy en el Sant Jordi no atraerá solo al público descreído, nihilista y mortecino de los años 80. Las bandas clásicas convocan a todo el mundo. Hasta Marta Sánchez acudió el pasado miércoles al concierto que dio en Valencia.
Aunque sus últimos trabajos no compiten con discos como Pornography (1982) y Desintegration (1989), Smith no parece dispuesto a retirarse, y esta noche fogueará algunas piezas de su anunciado disco doble, previsto para mayo: "La gente me dice cosas como: '¿Tiene 48 años y sigues haciendo esto?' Pues sí, aún me gusta. A veces creo que me pasa algo, que debería hacer algo más adulto. Pero, honestamente, no creo que haya otra cosa que pueda hacer. Quizá demuestra falta de imaginación o que me encuentro feliz con mi trabajo, o ambas cosas a la vez", dice el cantante.

HOMBRE FELIZ
Lo que más le extraña a la gente es que Smith siga vivo, que no haya sido devorado por las tarántulas, o ahogado en el vaso de la depresión, o precipitado al abismo de un suicidio romántico, como si las historias que cuentan sus canciones le hubieran ocurrido a él. Desde que a los 10 años se emborronó por primera vez los labios y los ojos y se fue a ver a Jimi Hendrix a la isla de Wight, desde que Kafka, Camus, Milton, Sartre, Poe y Baudelaire empezaron a formar parte de su dieta, música y literatura fueron para Smith los caminos de la evasión y el consuelo.
Pero su vida real no parece especialmente intrincada. Sigue viviendo en Crawley, a 45 kilómetros de Londres, donde nació; sigue casado con su primera novia del colegio, Mary Pool, tiene a toda su familia a menos de cinco kilómetros a la redonda, se ocupa de cuidar a sus sobrinos los fines de semana y no se deja ver nunca por los clubs de moda. "La gente cree que mis composiciones reflejan tal como soy, pero eso no es cierto. Escribo cuando estoy deprimido, borracho o necesito expulsar ciertos sentimientos de mi cabeza. La mayoría del tiempo estoy feliz, pero no escribo sobre ello".
De adolescente, en pleno éxtasis de existencialismo pospunk, Smith soñaba con formar un grupo que fuera adorado por unos pocos e ignorado por el resto. Ahora que la fauna indie se postra ante él y rejuvenece su propuesta, el discurso es mucho más templado. "Ver a Hendrix cambió mi vida y mi primer disco fue Ziggy Stardust, de Bowie. Cada generación influye a la siguiente y los jóvenes vuelven sobre el pasado reciente. Ahora puedo decir qué cosas me gustan o no, ya no me siento amenazado. Suele pasarme que oigo una intro musical que me gusta, pero en cuanto el cantante abre la boca, pienso: '¡Qué mierda de letra!'. No lo puedo evitar. Lo digo también de mí mismo, pero hace tiempo que sé que nunca alcanzaré el uso del lenguaje de Borges", admite el veterano artista.
Tristemente para él, la gran pregunta sigue siendo cuándo dejará Smith de usar el lápiz de ojos y el pintalabios sobre su nívea tez, y de lucir esa melena cardada. "Podría prometer que dejaré de usarlos en el 2011, pero la experiencia me dice que hacer planes no sirve de nada. Empezó siendo una rebelión contra la autoridad, pero ahora forma parte de mí y me hace sentir bien. Sigue siendo algo extraño y maravilloso. Te pintas un poco y la gente se horroriza. Pero mi mujer dice que cuando no me pinto, o cuando me corto el pelo, me vuelvo mucho más agresivo. Mientras no parezca una caricatura de mí mismo, seguiré manteniendo mi propio look".
Otra novedad. Smith saldrá sobrio al escenario. "Siempre he sabido, cuando tocábamos en estadios, que estaba demasiado borracho para actuar bien, pero a nadie parecía importarle. Sin embargo, ahora soy consciente de mi edad y sé que no puedo beber como lo hacía, al menos antes de tocar", dijo en una reciente entrevista en México.
Aún así, la entrevistadora le regaló una botella de mezcal. "Me la guardaré para beberla con los amigos, aunque procuraré no servirme el último para que no me caiga el gusano". Si se tratara del tema de una canción, es el gusano lo primero que Smith se comería.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, por lo que cuentas, un pedazo de concierto el de los Cure. Nunca he tragado con los discos enteros, pero si colección de canciones y singles sueltos. Los vi en la gira de Wildflowers y me aburrí un montón, pues debió ser un concierto para absolutos fans, con un montón de temas oscuros y sólo un hit, In Between days, al final. Esta vez, veo que en el setlist no falta nada. Menuda suerte. Un saludo

Anónimo dijo...

Pues a mi me parecieron soporiferos. Si todas sus canciones tienen teclados, porque prescindieron de ellos? Pero reconozco que me gustan canciones sueltas no discos, como al amigo de rocknrollmf
salut
sanfreebird

Evil Elvis dijo...

Si, yo también creo que faltaron los teclados para dar más consistencia al sonido. No entiendo como no llevan, con lo que ganarian!

Anónimo dijo...

Tuvo que ser un conciertazo. ¡que envidia leyendo tu crónica!